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Llegó la Navidad, unas fechas marcadas en el calendario tanto por la festividad que se celebra, como por los numerosos banquetes y comidas que tienen lugar durante las mismas. Muchas de estas comidas se celebran en bares y restaurantes y otras en casa, con lo que nuestro organismo ingerirá enormes cantidades de tapas, picoteo, platos elaborados y cocina tradicional en asados o guisos. Quizá la época más dura del año para nuestros estómagos.

¿Es posible comer saludablemente durante la Navidad?

Ante esta exigente prueba que se acerca para nuestra salud, todos los años nos hacemos esa misma pregunta. Y la respuesta es sí, pero no será fácil. Sabemos que nuestro organismo sufrirá las consecuencias de los excesos al terminar estos días festivos y que es difícil saltarse alguna de las comidas o celebraciones a las que debemos asistir.

El truco para conseguir comer sano en Navidad es controlar, en lo que podamos, los alimentos que vamos a ingerir. Y ese control debe ser tanto del tipo de alimentos como de la cantidad que vamos a consumir intentando reducir en lo posible los alimentos con altos niveles de azúcar, grasa y alcohol principalmente. Para empezar, una buena práctica para una alimentación más sana es usar platos más pequeños de lo normal para disminuir las raciones.

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Sabemos que durante la Navidad se abusa del picoteo, así que una de las cosas que podemos hacer es alternar entrantes con salsas con otros que sean ricos en verduras. Los vasitos de gazpachos o cremas gustan mucho y son muy sanos.

En los platos principales intentaremos no abusar de los platos con alimentos muy grasos, y si son grasos, quitaremos la grasa sobrante antes de cocinarlos. Los asados de animales como el chivo al horno son una buena opción si los acompañamos de guarniciones que equilibren el plato, como verduras, ensaladas con vinagretas u otros alimentos que podamos cocer al vapor como las patatas.

Los postres en las comidas navideñas suelen ser un abuso excesivo de azúcares. Hay que intentar reducir en lo posible el consumo de los típicos turrones y polvorones de estos días, que contienen una gran cantidad de calorías, y alternar con frutas bajas en calorías y ricas en fibra como la piña o el mango. Además de reducir la ingesta de calorías las fibras de estos alimentos os ayudarán con las digestiones pesadas.

La bebida, elemento esencial en el transcurso de estas fechas es una de las cosas que más deberíamos cuidar. Lógicamente no es algo que vayamos a suprimir estos días, pero un consumo moderado de alcohol lo agradece el organismo, en particular nuestro querido hígado. No está de más combinar unas copas de vino con agua y sanos zumos de frutas para el correcto funcionamiento del cuerpo.

Si además de cuidaros, queréis daros un pequeño homenaje gastronómico en estas fiestas, aquí os dejamos un menú a base de chivo lechal que estamos seguros que no os defraudará.